Cómo saber si tu hijo está deshidratado.
Dra. Celina D. Cepeda.
¡Es verano! Esa época mágica del año en la que no hay clases y los niños pueden estar más activos. También trae temperaturas sofocantes, lo que lleva a niños sudorosos y sedientos que pueden deshidratarse. La deshidratación puede provocar náuseas, mareos, dolor de cabeza o incluso un golpe de calor.
Entonces, ¿cómo puedes saber si tu hijo se está manteniendo hidratado? ¡Pregúntales de qué color es su pipí! Se ha descubierto que el color de la orina es un buen indicador de cuán hidratada está una persona. Sigue leyendo para averiguar si tu hijo se mantiene adecuadamente hidratado. (Esto, por supuesto, también se aplica a los adultos).
Esta es una tabla de colores de orina de 8 colores.
Algunas cosas para tener en mente:
- Para hidratarse lo mejor es el agua, pero otros líquidos cuentan si no contienen cafeína.
- La cantidad de líquido que se debe consumir varía de una persona a otra según el peso; pídele al pediatra de tu hijo un estimado.
- La orina que no tiene color / transparente significa sobre hidratación; hay que reducir la ingesta de agua, existe la intoxicación por agua.
- Algunos suplementos vitamínicos, como los que contienen vitamina B, pueden tornar la orina de color amarillo brillante.
Conozca a la Dra. Celina Cepeda.
Soy de Brownsville, Texas, en el Valle del Río Grande. Cuando estaba en la escuela secundaria, pensé en ser farmacéutico para seguir los pasos de mi padre. Sin embargo no fue hasta la universidad, después de disecar un ojo de vaca, cuando decidí obtener un título en medicina. En mi segundo año de universidad, aplique y fui aceptada en el Programa de Selección Temprana de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston mientras estaba en la Universidad del Verbo Encarnado. Después de graduarme con una licenciatura en biología, asistí a la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston. Disfruté la mayoría de las rotaciones clínicas en la escuela de medicina, pero durante mi rotación pediátrica sentí que conectaba bien con los niños y parecían cómodos conmigo, así que fue entonces cuando decidí que ser pediatra era para mí.
¿Pensé alguna vez que sería nefrólogo pediatra? No. En la escuela de medicina, los riñones eran uno de los órganos más complicados de aprender, por lo que ser un médico que trabaja con el sistema renal no estaba en mi radar... hasta mi rotación de nefrología pediátrica durante la residencia. Estar expuesto no solo a problemas de electrolitos, sino también a problemas como infecciones del tracto urinario, cálculos renales y presión arterial alta hizo que me interesara más en el campo. Lo que me encanta de este campo son las relaciones que se establecen con los pacientes y sus familias. Desafortunadamente, los problemas renales pueden ser de naturaleza crónica, por lo que veo pacientes a largo plazo; esto me permite construir conexiones duraderas, de confianza y compasivas. Además, poder llevar a pacientes con enfermedad renal crónica y enfermedad renal en etapa terminal a un trasplante de riñón es muy satisfactorio y un momento muy feliz para mí, mis pacientes y sus familias.
Antes de unirme a Cook Children's, estuve en un consultorio privado y en el Medical City Children's Hospital en Dallas durante 3 años. Estoy muy feliz de unirme a Cook Children's y espero poder cuidar de ustedes.
En mi tiempo libre disfruto pasar tiempo con mi bebé peludo, un mestizo Chihuahueño. También disfruto ser voluntaria en la SPCA de Dallas, hacer ejercicio y levantar pesas, viajar, ir a espectáculos de comedia y relajarme en casa. Además de inglés, hablo español.
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